domingo, 21 de junio de 2009

A quien pueda comprender: la [pobre] hija del fletero

LA HIJA DEL FLETERO


La hija del fletero, linda, infinita

volvió a Madrid donde parece que es feliz

ese día me mandó al descenso

recuerdo cómo su mirada me volteó


pero dos que se quieren se dicen cualquier cosa

ay! si pudiera recordar sin rencor


en mi buzón hay un par de cartas suyas

fueron juntándose y no tengo el valor

todavía su amor me da descarga

nunca tuvo un higo seco junto a mí


pero a los ciegos no les gusta los sordos

y un corazón no se endurece porque sí


“no calentás la misma cama por dos noches”

me reclamaba y no la quise oír

hice de todo por impresionarla

y dejé huérfano todo su penar


pero dos que se quieren se dicen cualquier cosa

ay! si pudieras recordar sin rencor

no me gustó como nos despedimos

daban sus labios rocío y no bebí

sopa de almejas es todo lo que como

siempre fui menos que mi reputación

pero a los ciegos no les gusta los sordos

y un corazón no se endurece porque sí.


[Patricio Rey y sus Redonditos de ricota]

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