Poseo himnos que silencio.
Hay un ser que se ha erguido
en el cual mi espíritu yo inclino:
tú me ves grande y soy pequeño.
El tiempo es como un borde ajado
en la página de un libro.
Es la brillante vestidura
que Dios ha reprobado,
cuando Él, que fue siempre la profundidad,
se fatigó del vuelo
y se ocultó delante de cada año,
hasta que su cabellera de raíces
creció a través de las cosas.
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