sábado, 15 de noviembre de 2008

No somos más que Vencedores Vencidos...

Vencedores Vencidos

Y ahora tiro yo porque me toca
en este tiempo de plumaje blanco
de un mudo con tu voz,
de un ciego como yo,
vencedores vencidos.
Te has fugado. Me hago humo. Den la alarma.
Ensayo general para la farsa actual.
Teatro antidisturbios.
Se rompe loca mi anatomía
con el humor de los sobrevivientes
de un mudo con tu voz,
de un ciego como yo,
vencedores vencidos.
Leyendo diarios en un baño turco
empañando ray bans, mascando un hueso
tu perro, un perro cruel
con la costumbre de
no contentarse con los restos.
Ovejero que descansa en manto negro.
Ensayo general para la farsa actual.
Teatro antidisturbios.
En este rollo de monos de polvo
hemos perdido el rastro unos minutos.
Un par de monos más,
unos terrícolas,
vencedores vencidos.
Buena suerte y más que suerte sin alarma.
Me voy corriendo a ver que escribe en mi pared
la tribu de mi calle.
Buena suerte y más que suerte sin alarma.
Me voy corriendo a ver que escribe en mi pared
la tribu de tu calle. La banda de mi calle.

Letra: Carlos "Indio" Solari
(Patricio Rey y sus Rendoditos de Ricota)

"Y mientras, la naranja le hacía el amor a su durazno..."


Durazno sangrando 
Luis Alberto Spinetta
 
Temprano el durazno del árbol cayó
Su piel era rosa dorada del sol
Y al verse en la suerte de todo frutal
A la orilla de un río su fe lo hizo llegar
Dicen que en este valle
Los duraznos son de los duendes
 
Pasó cierto tiempo en el mismo lugar
Hasta que un buen día se puso a escuchar
Una melodía muy triste del sur
Que así le lloraba desde su interior: 
 
"Quién canta es tu carozo
Pues tu cuerpo al fin tiene un alma
 
Y si tu ser estalla
Será tu corazón el que sangre
 
Y la canción que escuchas
Tu cuerpo abrirá con el alba"
 
La brisa de enero a la orilla llegó
La noche del tiempo sus horas cumplió
Y al llegar el alba el carozo cantó
Partiendo al durazno que al río cayó
Y el durazno partido
Ya sangrando está bajo el agua

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Me dijo Idea que te dijera...

LO QUE SIENTO POR TI

Lo que siento por ti es tan difícil.
No es de rosas abriéndose en el aire,
es de rosas abriéndose en el agua.

Lo que siento por ti. Esto que rueda
o se quiebra con tantos gestos tuyos
o que con tus palabras despedazas
y que luego incorporas en un gesto
y me invade en las horas amarillas
y me deja una dulce sed doblada.

Lo que siento por ti, tan doloroso
como pobre luz de las estrellas
que llega dolorida y fatigada.

Lo que siento por ti, y que sin embargo
anda tanto que a veces no te llega.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

La culpa es de Julio...


Rayuela, Cap. 1 (fragmento)


"¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua. Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentrífico."


Sí. Realmente la culpa es de Cortázar, por haber creado a la Maga... No dudo en absoluto que después de una lectura, de un haber dejado huellas en el "Pont des Arts", de un haber encontrado a la Maga sin haberla buscado, comenzamos una vida consciente de encuentros y desencuentros, de soledades y compañías, de Magas que no se encuentran a veces en los puentes, de formas de amor que perjudican... ¿Cuántas Magas encontraremos o cuántas formas de amor perjudicial (pero exquisito)? Mientras haya (infinito) movimiento en las agujas del "infierno florido", habrá en ello muchas Magas... Y nunca coexistirán... No coexisten... La Maga es única para su Horacio... Pero hay muchas Magas para un Horacio y muchos Horacios para una Maga... y para el bebé Rocamadour tan extrañado... en fin, basta de no decir nada. Limitémonos a leer y releer, sería lo más saludable y perjudicial.